TSE aplaza el CEN y la suspensión de Miguel Vargas
Un tiroteo entre perredeístas en las afueras del Tribunal Superior Electoral dejó cuatro heridos El Tribunal Superior Electoral (TSE), lueg...

Igualmente, suspendió temporalmente la expulsión de Julio Maríñez, Víctor Gómez Casanova, Rafael Vásquez (Fiquito), Aníbal García Duvergé, Kalil Michell, Annie Felipe, Angelita Peña, Héctor (Papín) Domínguez, Saturnino Espinal y Pascual Valenzuela. El TSE, presidido por Mariano Rodríguez e integrado por Marino Mendoza, José Manuel Hernández Peguero, Mabel Féliz Báez y John Guiliani, acogió la solicitud de los representantes de Hipólito Mejía para que la audiencia fuera pospuesta hasta que se regularicen las citaciones a los 130 demandados. En ese sentido, el tribunal fijó para el próximo viernes 15, a las 9:00 de la mañana, la audiencia para continuar con el conocimiento del fondo de la litis.
El segundo punto del fallo del TSE suspende de manera provisional y hasta que se decida el fondo del conflicto las resoluciones sexta, séptima y octava que adoptó el pasado 1 de junio la Comisión Política de la facción de Mejía que trata sobre suspensiones y expulsiones de dirigentes del PRD.
Los abogados que representaron al grupo de Vargas, encabezados por Eduardo Jorge Prats, habían pedido que fueran dejadas sin efecto todas las resoluciones aprobadas en esa reunión bajo el alegato de que fue irregular.
La sangre llegó al río
A la sala de audiencias del TSE, ubicada en el quinto piso del edificio que la aloja, llegaron las voces que coreaban “Miguel traidor” y que entonaron las notas del himno del PRD, lo que interfirió en los debates entre las partes y a veces hasta pareció que sacó de concentración a las partes en conflicto y a los jueces. La turba fue controlada por un contingente de agentes de la Policía que impidió que penetrara al edificio.
La sangre llegó al río entre los manifestantes y, producto de enfrentamientos, cuatro perredeístas resultaron heridos, entre ellos el chofer del diputado Víctor Gómez Casanova, Rafael Álvarez, de una pedrada en la cabeza. Los otros heridos de bala son Jean Carlos Ferrera, Manuel Guzmán y Vinicio García. Todos fueron trasladados al hospital Central de las Fuerzas Armadas sin que se haya reportado casos de gravedad.
Además, el vehículo de Julio Maríñez resultó con el cristal delantero roto. Los dirigentes del PRD identificados con la facción de Vargas, Wilfredo Alemany y Nelson Marte, condenaron los incidentes y acusaron a seguidores de Mejía de las provocaciones y ataques en contra de choferes y asistentes de seguridad de dirigentes de esa facción que asistieron a la audiencia.
Afirmaron que los incidentes fueron premeditados “ya que los dirigentes del grupo de Hipólito Mejía llevaron a los alrededores del local del TSE una claque enardecida a vociferar consignas agresivas, a portar pancartas provocadoras y a mantener durante horas un ambiente de agitación, que condujo a los reprobables y lamentables incidentes que el país conoce”.
La audiencia
La audiencia inició a las 9:15 de la mañana y concluyó próximo a las cinco de la tarde. A las 11:00 de la mañana, los jueces se retiraron a deliberar un incidente que presentaron los abogados de Mejía, encabezados por Julio Cury, Eric Raful y Cristóbal Rodríguez. El incidente consistió en que las notificaciones no se hicieron de manera correcta a los 130 demandados por la facción de Vargas, debido a que no se depositaron en las direcciones de sus domicilios sino en la Casa Nacional del PRD, el Instituto de Formación Política, el Comando de Campaña de Mejía y la residencia del expresidente.
Cury afirmó que Vargas impide el acceso a la Casa Nacional de quienes están identificados con Mejía.
Para decidir sobre ese punto, los jueces deliberaron por más de dos horas y poco más de hora y media para tratar sobre la suspensión y expulsiones. l
Durante la audiencia, los abogados y representantes de Vargas fueron ubicados en la parte izquierda de la sala, frente a los jueces, y los de Mejía a la derecha. En varias ocasiones fue necesario que el presidente del Tribunal llamara al orden, debido a que se trató de un acto solemne.