Los perredeístas creen que no hay forma de que Hipólito Mejía pierda las elecciones del próximo 20 de mayo. Por lo menos eso es lo que d...

Los perredeístas creen que no hay forma de que Hipólito Mejía pierda las
elecciones del próximo 20 de mayo. Por lo menos eso es lo que dicen en
público y privado. Pero existen dos escenarios en una lucha cerrada y
uno de ellos es la derrota, aunque sea precaria. Si el candidato del PRD
pierde, viene una etapa interesante para él como político, en caso de
que decida mantenerse incidiendo en su partido. Vendrá una lucha interna
muy fuerte, cuya primera etapa consistirá en buscar culpables de la
derrota. De Miguel Vargas mantener su actitud hasta el final, la mayoría
de los dedos acusadores apuntarán a él. Otros, principalmente los
seguidores de Miguel, atribuirán el fracaso a los errores del candidato y
del Comando de Campaña. El uso de los recursos del Estado y hasta las
maniobras fraudulentas podrían citarse como causas, pero eso no
convencería adentro ni afuera. El asunto se podría complicar e incluso
profundizarse la división. Las expulsiones, renuncias y deserciones
hacia el Gobierno podrían formar parte de esta etapa postcomicios. La
lucha por el control del partido enfrentará a hipolitistas y
miguelistas. Habría que ver qué papel decide jugar Mejía en esa lucha.
Posteriormente, vendría la competencia por la candidatura del 2016. Para
esos comicios, Mejía tendría 74 años, por lo que para él sería difícil
volver a aspirar. En ese caso, Miguel y Luis Abinader, según se
vislumbra, serían los protagonistas de la lucha. En resumen, Papá
tendría básicamente dos opciones si no logra la Presidencia. Podría
retirarse de la política y dedicarse a descansar, sembrar, jugar dominó y
darle calor a sus hijos y nietos o podría mantenerse activo y jugar
algún rol en una etapa difícil de su partido. La noche de los cuchillos
largos de la que algunos hablan sería una especie de juego de niños para
lo que viene…
Caso Danilo
En caso de que
sea Danilo Medina el que pierda las elecciones, también le espera un
escenario interesante. Sería su tercer fracaso en busca de la
Presidencia. Pero ese tema lo trataremos en una próxima columna.